El visado Schengen para estancias cortas te permite entrar y permanecer en un país del espacio Schengen durante un período máximo de 90 días. Dependiendo de tu nacionalidad o de tu situación, puedes tener derecho a él.
¿Qué permite el visado Schengen para estancias cortas?
El visado Schengen para estancias cortas (visa Schengen court séjour) permite entrar y permanecer en un país del Espacio Schengen durante un período máximo de 90 días. Se puede utilizar para una estancia ininterrumpida de 90 días o para varias estancias con una duración acumulada de 90 días. Al igual que los motivos turísticos o de negocios, realizar una formación corta, hacer unas prácticas o ejercer una actividad remunerada después de haber obtenido una autorización provisional de trabajo son razones válidas para que se te conceda un visado Schengen para estancias cortas.
El visado Schengen para estancias cortas de una única entrada (visa Schengen court séjour à une seule entrée) solo es válido para un único viaje. Si permite dos o más entradas, se denomina visado de circulación y es válido entre seis meses y cinco años. Autoriza una o varias estancias sucesivas no superiores a 90 días en total distribuidas en un período máximo de 180 días.
No es necesario realizar ningún trámite, ni a la llegada ni a la salida del país. Pasados los 90 días, debes abandonar el espacio Schengen. El visado Schengen para estancias cortas es renovable, pero hay que esperar seis meses antes de presentar una nueva solicitud.
A diferencia de un visado de larga duración, no te autoriza a instalarte en Francia.
¿A quién va dirigido el visado Schengen para estancias cortas?
Los ciudadanos de numerosos países están exentos del visado Schengen para estancias cortas con el fin de entrar y permanecer en los países del espacio Schengen hasta un máximo de 90 días, en concreto:
- los ciudadanos de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo y de Suiza;
- los ciudadanos de los siguientes países, independientemente del motivo de su estancia: Albania*, Andorra, Antigua y Barbuda, Argentina, Macedonia, Bahamas, Barbados, BosniaHerzegovina*, Brunéi, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Granada, Guatemala, Honduras, Israel, Malasia, Mauricio, Mónaco, Montenegro*, Nicaragua, Nueva Zelanda, Palaos, Panamá, Paraguay, Peru, San Cristóbal y Nieves, San Marino, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Samoa, Serbia*, Seychelles, Taiwán (con un pasaporte en el que figure el número del carnet de identidad), Timor oriental, Tonga, Trinidad y Tobago, Uruguay, Vanuatu y Ciudad del Vaticano;
(* solo titulares de pasaportes biométricos) - los ciudadanos de los siguientes países, con la condición de disfrutar de una autorización de trabajo si ejercen una actividad remunerada: Australia, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, México, Singapur y Venezuela;
- los titulares de pasaportes de las regiones administrativas especiales chinas: Hong Kong y Macao;
- los titulares de un permiso de residencia en Francia todavía vigente;
- los titulares de un permiso de residencia expedido por un Estado que aplique los acuerdos de Schengen;
- los titulares de un visado para estancias largas expedido por otro Estado del espacio Schengen;
- los titulares de ciertos permisos de viaje expedidos por un Estado miembro de la UE (tarjeta de residencia con la indicación «Familiar UE» o «Residente de larga duración CE»);
- los titulares de los pasaportes «British Nationals Overseas», «British Overseas Territories Citizens», «British Protected Persons» o «British Subjects»;
- los titulares de un carnet especial expedido por el Ministerio de Asuntos Exteriores a los miembros de una misión diplomática y consular.
Si no entras en ninguna de estas categorías, debes obtener un visado Schengen de estancias cortas para entrar y permanecer en Francia. Dirígete a las autoridades consulares francesas o a las de otro país del espacio Schengen para presentar tu solicitud.
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